jueves, 18 de marzo de 2010

TERRORISMO IMPERIALISTA (Segunda Parte)


LAS GUERRAS JUSTAS DE LIBERACIÓN DE LOS PUEBLOS DEL TERCER MUNDO. ¿PUEDEN SER CALIFICADAS DE TERRORISTAS LAS GUERRAS DE LIBERACIÓN DE LOS PUEBLOS OPRIMIDOS POR EL IMPERIALISMO?


Como decíamos al comienzo de este capítulo, las guerras de liberación son justas y en algunos casos incluso sagradas, es decir obligatorias y no pueden ser sustituidas por otros medios. Ninguna autoridad u organismo de tipo alguno puede prohibir a los esclavizados, a los oprimidos y a los explotados luchar por todos los medios a su alcance contra sus opresores, sus explotadores o sus esclavizadores. Ninguna teoría, ninguna concepción política, filosófica ni moral puede oponerse válidamente a la guerra mil veces justa de los pobres contra los ricos. Por lo mismo, las formas actuales de lucha revolucionaria no pueden ser las mismas que se emplearon en el siglo XX. Entonces el imperialismo atacaba a los pueblos con armas convencionales y ejércitos también convencionales. Hoy la situación ha variado completamente, los agresores cuentan con recursos infinitamente más modernos y sofisticados, con armas letales de gran potencia, con fuerzas aéreas y navales nunca vistas ni siquiera en la imaginación, con soldados que ellos mismos llaman "guerreros globales", es decir soldados armados individualmente hasta con armas nucleares para luchar, ¿contra quién?: naturalmente contra los pueblos del Tercer Mundo que ya han recibido el calificativo de: TERRORISTAS.


Entonces, ¿será correcto ponerse a censurar las manifestaciones más desesperadas de resistencia y respuesta contra el opresor global? ¿Será correcto censurar a quiénes han tenido el supremo heroísmo de entregar voluntariamente su vida para hacer comprender a todos los pueblos del mundo que su opresión es inaguantable y que debe cesar o de lo contrario, llevar esa misma sensación de inseguridad a todo el mundo?


En los casos de Osama bin Laden, los Talibanes (estudiantes), Manuel Antonio Noriega (agente de la DEA y la CIA), Sadam Hussein, etc, etc., es preciso puntualizar que todos fueron creados, financiados, organizados, entrenados y adoctrinados para matar y sabotear contra gobiernos extranjeros. Ahora los imperialistas se quejan contra un "terrorismo" que ellos mismos han creado. Selig Harrison experto norteamericano decía: "Les advertí (a la CIA) que estábamos creando un monstruo". No se puede olvidar que todos estos organismos de guerra irregular fueron creación nada más ni nada menos que de los Estados Unidos y sus agencias terroristas. Entonces, ¿será legítimo protestar y llorar sobre la leche derramada?. En cuanto a los campos de entrenamiento de "terroristas" hay que decir que esos campos existen, pero están en los Estados Unidos donde se entrena a los agentes a matar, a asesinar, a sabotear, a espiar, a robar y todo lo demás. Esos campos están ubicados en Birmingham (Alabama), lo dirige Frank Camper, en Fort Bragg (Carolina del norte), Fort Benning (Georgia, la vieja "Escuela de las Américas" donde fue instruido nuestro pequeño y ridículo dictador), Fort Lewis (Washington), Fort Scott (Kansas) y Trinidad (Colorado). En los Estados Unidos (1981), existían 25 campamentos y 130 escuelas "privadas" de terrorismo.


La historia demuestra sin duda alguna cuál es el papel de las fuerzas yanquis: desde hace 200 años Estados Unidos anda atacando y saqueando los países vecinos. Una vez tras otra, Estados Unidos invadió todos los países con el pretexto de “preservar el orden público”, “establecer la paz”, o “salvar la vida de los ciudadanos estadounidenses”; a menudo decía que sus tropas “cazaban bandidos”; a veces afirmaba que invadía para “liberar” el país de otras potencias extranjeras o de corruptos gobiernos. Pero cada vez terminaba por verse que la meta de las fuerzas invasoras era proteger los intereses de la clase dominante yanqui, explotar al pueblo a punta de fusil, instalar un gobierno leal al imperialismo y fortalecer el control de la región.


Los medios de comunicación masiva y su utilización por parte del imperialismo. El monopolio informativo. La saturación de "información" falsa o distorsionada. La subordinación vergonzosa de los periodistas y de las grandes empresas que naturalmente tienen que hacer causa común con sus mandatarios es realmente repugnante. Las agencias constituyen verdaderas dictaduras mediáticas, mientras el pueblo común sólo puede gritar su ira por algunos segundos cuando tiene suerte de estar cerca de una cámara.


La sumisión vergonzosa de las clases dominantes del mundo respecto a los Estados Unidos. Es vergonzoso y lamentable el espectáculo que nos proporcionan los gobernantes de casi todos los países del mundo mostrando una sumisión lacayuna e indigna frente a los designios del imperialismo. Uno a uno, uno detrás de otro, los presidentes y primeros ministros de los diversos países se arrastran para prestar su "voluntario" apoyo total e irrestricto a todas las acciones, así sean las más atrabiliarias y criminales de los Estados Unidos. Uno a uno los Blair (con nombre de payaso), los Schoeder, los Aznar, los Putín, los Chirac, los Lagos, los Quiroga, los Rua, los Fox, los Pastrana, los Cardoso, los Solana (el ridículo Solana ex-enemigo de la OTAN en su juventud), los Berlusconi, con la excepción digna de Castro y Chávez, rinden pleitesía ridícula e infame, frente al suelo, besando las botas y cerebros en receso (Archondo), al imperio más criminal y terrorista de la historia de la humanidad..

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