En la publicación de lujo “Archipiélago” que corresponde a los meses de abril y mayo, No. 3., aparece un singular y largo artículo del Sr. Carlos Hugo Laruta que merece un comentario especial de nuestra parte.
Según la “ruta perdida”, el capitalismo al que todos los pueblos del mundo lo observan como un monstruo que se traga países, bombardea aldeas indefensas, masacra pueblos enteros, tortura mujeres y niños; se ha convertido, en su complaciente criterio, en un “capitalismo social” apetecido hasta por los “chinos”.
Para la “ruta perdida”, la izquierda en América Latina es conservadora, que defiende los “privilegios” largamente adquiridos por los pueblos indígenas. La derecha en cambio es progresista promoviendo movimientos modernos y democráticos como
Según la “ruta”, textual:
«De la derecha que en sus versiones militares y civiles -- y sin tomar en cuenta las violaciones a los derechos humanos, los golpes de estado, los confinamientos y exilios-- realizó gestiones de gobierno que ampliaron las condiciones sociales de la democracia impulsando procesos como la urbanización masiva, la ampliación de las clases medias, la expansión de los medios de comunicación, la irradiación de una autoridad nacional de cada vez mayor aceptación, y la provisión de condiciones mínimas de equidad socio-económica (tales como el derecho a la propiedad de tierras y casas)…»
Mientras:
«La izquierda --, sin tomar en cuenta los sabotajes con bombas, las declaratorias de territorios liberados, las asambleas populares, las cárceles y los tribunales populares las tomas de tierras y predios privados, las guerrillas de jóvenes clase-medieros que murieron ingenuamente— que buscó la justicia, la equidad y la vigencia de las libertades democráticas y un verdadero Estado de derecho….?????, etc.”.
Laruta es sensacional, para su menguado criterio, dejando de lado el fascismo, la derecha hizo “grandes” contribuciones a la “democracia”. Naturalmente si los criterios de democracia son los señalados por “la ruta”, el autor tuviera toda la razón, efectivamente si el latifundio, el monopolio de los medios, la expulsión de campesinos pobres a las periferias urbanas y otros “grandes” éxitos de la derecha, son contribuciones a la democracia, estamos pues hablando discursos total y completamente contradictorios, más aún “la ruta” ha convertido el idioma español en una jerigonza incomprensible.
Jamás hemos escuchado un cúmulo más atroz de falsificaciones de la historia y lo peor del caso que esa historia está presente en sus propias declaraciones cuando dice “sin tomar en cuenta”. Empero son esas cosas y fenómenos que sí deben ser tomados en cuenta porque de eso se trata precisamente y son las que determinan el concepto de la democracia. En cuanto a los datos precisos, ¿podrá “la ruta”, mostrarnos un solo ejemplo concreto de las cárceles de la izquierda en Bolivia? ¿Podrá este inocente caballero mostrarnos un solo tribunal popular condenando a una monjita? No se puede mentir académicamente como “La Ruta”.
Para “la ruta” perdida, la derecha contribuyó exitosamente a la construcción de la democracia mediante sus certeros y consecutivos golpes de Estado, con sus confinamientos permanentes, con sus masacres (1944, 1964, 1965, 1967, 1971, 1973, 1980, 2000, 1001, 2003, 2005, etc., etc.)
¡Fabulosa la contribución de la derecha militar a la democracia “a la ruta”!
Pero, ¿de dónde ha salido este espécimen raro de marmota tuerta?
Lo que pretende “La ruta” es hacer de
Tenemos la seguridad que “Archipiélago” no publicará esta breve nota y por ello mismo no seguimos adelante con mayor examen y análisis de la integridad del artículo sin ruta.
Sin embargo lo colocaremos en Internet.
Jorge Echazú Alvarado.
PC mlm.
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